Las tribus que se pasearon por Rock al Parque El rock, gasolina para mentes jóvenes

Por ANDREA DOMÍNGUEZ DUQUE Santafé de Bogotá

Tomado de EL COLOMBIANO, Octubre de 1999

Así son los jóvenes amantes de la música que marcó la última mitad del siglo XX: sensibles, impetuosos, tolerantes, intensos, apáticos, desesperanzados. Aman la ecología y no soportan la política. Radiografía de una tendencia.

La música es la gasolina mental de los rockeros y para tanquear van al lugar que sea sin importar el sacrificio que tengan que hacer. Un ejemplo es la banda antioqueña El Pez que debió esperar toda una noche frente a un derrumbe en la vía Medellín-Bogotá con tal de asistir a Rock al Parque, el concierto que congregó numerosas bandas la semana pasada en la Capital y a cerca de 250.000 espectadores.

Quince carros más adelante del bus que los transportaba, un deslizamiento de tierra bloqueó la autopista. Ante la demora, los músicos armaron un improvisado concierto de carretera al que asistieron los compañeros de trancón, excepto un grupo de cristianos que le montó competencia musical a los rockeros para alabar a Dios mientras le decían a los de El Pez: "muchachos, aprovechen ese talento que Dios les dio para cosas buenas" ¡Como si el rock no lo fuera!, pensaban ellos.

Luego de 26 horas de viaje y después de pasar por seis departamentos tratando de entrar a Bogotá, finalmente El Pez llegó a tiempo para nadar en música y para subirse a la tarima del acuario del rock y dar su concierto. La gran delegación paisa que asistió al evento también tuvo que hacer algunos sacrificios para disfrutar del Festival.

Rafael Andrés Arboleda, estudiante de aprovechamiento y mejoramiento de bosques, se dio cita con sus amigos en San Diego el viernes a las 11 de la noche. Una vez cancelados los 60 mil pesos del "todo incluido" escondió bien el resto de la plata para los tres días de rock por si había retén en el camino.

"La música es lo que nos mueve, no nos importó salir a las 11 de la noche, viajar 10 horas y llegar rendidos para seguir con tres días de música y volver el lunes a las 11 de la noche a prepararnos para un parcial del día siguiente. Los grupos que hay aquí son los mejores y así nos parezca muy aburridora Bogotá hacemos el sacrificio con tal de poder gozarnos estos conciertos", afirma Arboleda, de 19 años.

Pero ¿Aparte de la música, existe un común denominador entre estos jóvenes? Muchos de ellos reconocen que lo único que es capaz de romper su apatía es la música que les gusta pero que la generación ha perdido otro tipo de ideales. "Estamos cansados de las noticias, cansados de la violencia, cansados de la realidad nacional y mundial y por eso es que ya ni nos interesamos por esas cosas de la política. Tal vez lo único que nos mueve, además de la música, es el respeto a la naturaleza, a la ecología, queremos que no acaben con los árboles ni con los animales", explica Alexander Vélez estudiante de zootecnia en Medellín.

Las tribus de la música

Esa manada de miles de rockeros no tiene, sin embargo, gustos musicales completamente uniformes. Aunque el festival se llame Rock al Parque, en realidad es el escenario de bandas de hard core, metal, rap, ska, hip hop, rock y un sinnúmero de géneros nacidos de las mezclas de otros estilos musicales.

Tampoco se los puede homogenizar y calificarlos de violentos. Ellos aseguran que su aparente agresividad no es el aspecto dominante de su carácter como sí lo es la tolerancia. De hecho, Rock al Parque tuvo una asistencia mayor que Woodstock 99: el primero fue ejemplo de convivencia en tanto que el segundo terminó en disturbios.

En Rock al Parque, la tribu de los "metaleros" no interfirió con las de los "raperos"; los "punks" no se metieron con los "alternos" y hasta los adultos que asistieron tuvieron su espacio.

Los "metaleros" son los amantes del metal, un rock pesado que interpretaron bandas como La Pestilencia, Earth Crisis, Eminence o Ethereal. Se quejan de que los clasifiquen como satánicos por lo pesado de su música y dicen que eso no tiene nada que ver con el hecho de que les guste vestirse de negro y llevar el pelo largo.

Los raperos y seguidores del hip, hop, tienen una apariencia a lo "Juan diablo": gorro de lana, camisetas amplias y andan metidos en pantalones de por lo menos dos tallas mayores a las suyas. Son fuertes críticos de la sociedad actual y en especial de sus dirigentes. Las bandas invitadas al Festival que podrían incluirse dentro de estos géneros son Control Machete y Molotov, ambas de México.

Los "alternos" quieren ser diferentes de todo el mundo, pero un alterno se parece mucho a otro alterno: pelo pintado de colores, piercing, tatuajes y la antimoda: todo lo que no combine con nada. Además, el artículo infaltable son los tenis de plataforma. No se pueden encasillar en un sólo género musical pero en su mayoría disfrutan de grupos como Café Tacuba, Ají Baboso, El Bloque, Víctimas del Dr. Cerebro o Ilya Kuriaky.

Qué piensan, qué sienten

Javier León, bajista de Ad Libitum y estudiante de producción de radio y televisión, habla sobre la mentalidad de los rockeros de hoy: "la religión o la política no nos interesan y creo que en general estamos un poco desesperanzados porque el mundo que conocemos desde que nacimos ha estado lleno de corrupción. Yo por eso pienso mucho en si tener algún día un hijo o no ¿Para qué? Yo espero que las cosas cambien pero no sé si de pronto yo también me voy a convertir en un señor de corbata que va a la oficina todos los días porque le toca conseguir la plata para comer", afirma.

Si el rock es la gasolina de los rockeros, la libertad es su líquido de frenos. La ejercen en su máxima expresión en el sexo y las drogas. Aunque la policía decomisó una gran cantidad de "dosis personales" de marihuana y cocaína, frecuentes oleadas de un humo dulzón se pasearon por entre la multitud de rockeros. "Las drogas siempre van a existir. Sobre el sexo, me parece muy bacano y muy sano que ya no haya tanto tapujo, que se trate con más naturalidad pero eso sí, que la gente se vuelva más pilosa porque todavía hay muchos embarazos no deseados y contagio de enfermedades y ahí sí, paila", dijo uno de los jóvenes.

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