No hubo afectados. Sólo espectadores exhaustos, como resultado de seis horas aproximadas de power core y neo metal. Exhaustos pero en paz, dirían algunos consultados, agregando que si el masivo pogo se puso tenso en muchos momentos, no trajo consigo ningún tipo de resultado negativo. Sólo expresión urbana fluyendo a través del baile de los empujones, expresión finalmente pacífica en medio de un país hundido en la violencia.

Diez mil personas se congregaron en el Parque El Tunal, al sur de la capital colombiana. En un principio se vieron algo molestas con el retraso del programa, pero finalmente se quedaron para presenciar en completo el tercer día de Rock al Parque 2K1, festival al que aún le restan cinco días de conciertos gratuitos y al aire libre.

Borg

De los artistas que participaron en la muestra "Tunal Poderoso" destacamos cuatro, basándonos en las impresiones del público: Koyi-K-Utho y Vulgarxito, de Bogotá, así como Borg, de Armenia, Colombia; y Agresión, radicada en Holanda.

Koyi-K-Utho, que se formó a mediados de 1999 y que define su propuesta como Virtual noise, abrió la tarde con fuerza y talento, acorde con las expectativas del público que enfrentaba. Tiene una imagen sólida y un perfil musical que rompe con el esquema del neo metal. Sus raíces sí podrían ubicarse en el heavy, pero sin duda están formadas por géneros mucho más electrónicos como el industrial. También hay que decir que el esquema de sus voces alimenta la propuesta con formas mucho más allegadas al power core, y que el noise lo hace de igual modo desde las guitarras.

Agresión

Vulgarxito proviene de una fecha similar de creación y de corrientes musicales similares, pero sin duda guarda distancia: crece en popularidad como muy pocas gracias principalmente a su discurso en vivo, y en estudio no pierde las proporciones: ya publicó un álbum titulado El Primer Polvo y próximamente lo hará con un maxi single de nombre El Pastor Impostor. Rock cortante y persuasivo, con un mensaje tan polémico como cierto.

Borg tiene un año más de fundación que las dos anteriores bandas y está más centrada en lo que concierne al metal. Va de las estructuras convencionales del power a las del death, sin desprenderse tampoco de lo que el nuevo rock planea para todas las nuevas generaciones de oyentes.

Borg

Agresión apareció en el Parque El Tunal como cabeza de cartel y no dejó dudas al respecto. Si se puede hablar de un protagonista único de la jornada tendría que ser esta banda radicada en Holanda, hecha para durar y para dar la guerra sobre muchas otras tarimas y escenas del mundo anglo y/o hispanoparlante. Ni el gélido viento que corría a la hora de su actuación pudo contra el caliente zumbido de sus instrumentos, básicos pero no elementales o repetitivos. Las dos voces líderes que posee Agresión se complementan muy bien y ruedan sobre un amplio margen de riffs, vueltas y giros, que gruñen con tanto de metal como de hard rap. Una acción agreste, en últimas, con espacios bien manejados para ritmos algo más calmados, que dejó muy satisfechos a los oyentes que lo presenciaron.

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